Por Patricia Chaina
 Los archivos son su especialidad, como bien dejaron sentados sus trabajos, en video y televisión, titulados “Las patas de la mentira”. Desde hace un par de años, esa especialización lo llevó al terreno de las biografías audiovisuales. Primero reconstruyó la vida de Diego Maradona, para un video. Después concretó dos trabajos sobre José Luis Cabezas, centrados en su historia de vida y en el juicio por su asesinato. Hubo luego un giro algo brusco de perfil, con biografía de Susana Giménez para un especial de Telefé cuando la estrella de la diva declinaba acosada por sospechas de estafas. Luego de esas producciones, el psicólogo Miguel Rodríguez Arias –de él se trata– realizó el retrato televisivo de Juan Domingo Perón para el canal Volver. Con esos antecedentes, se animó a diseñar para este año un ciclo completo basado en “las biografías de personajes representativos de los años ‘90”.
La propuesta, titulada “Biografías no autorizadas”, comenzará a salir al aire el domingo a las 22 por América, que ese mismo día, desde las 23, estrena "Unidos y dominados", el nuevo periodístico de Juan Castro. Una larga lista de personajes desfilará por la propuesta de Rodríguez Arias. Los programas en producción son: “¿Quién es Moria?”, sobre Moria Casán, “El tío Bernardo”, por Neustadt, “Pergolini, ¿quién te ha visto y quién TV?”, “Gasalla Capo Cómico”, “Maradooo”, “Palito, has recorrido un largo camino”, “Tinelli, ningún goma”, “El profesor Grondona”, “El petiso Guinzburg”, “El embajador Asís”, “Mirtha, la única”, “Fito”, “El controvertido Timerman”, “El ex ministro Rico”, “Don Héctor Ricardo García”, “Un volcán llamado Soledad”, “La señora Zulema”, “El memorioso Chiche Gelblung”, “Un malevo llamado Ferreira”, “Los Redondos”, “El príncipe Francescoli”, “Leonardo Favio, el apasionado”, “La Coca Sarli”, “Un pastor llamado Giménez”, “Zulemita, ex primera damita” y “El zar Romay”, entre otros. Un menú que combina farándula, política y arte. Para empezar, este domingo se emitirá el capítulo titulado: “El señor Jorge Lanata”.
–¿Tienen algo en común los personaje elegidos?
–Creo que son los más emblemáticos de los últimos diez años. Aunque el más simbólico es Carlos Menem, pero sobre él estamos preparando una película, en 35 mm, con archivos y material que será filmado para la ocasión. Para “Biografías...” buscamos personajes originales y representativos en el rubro en el que se desempeñan. Lo que intentamos al seleccionarlos es no teñir la colección con una tendencia determinada: políticos, músicos o actores. Pero son personajes grossos y para diferentes tipos de público. Es importante que tengan un recorrido mediático que permita ser rastreado en las 16 mil horas de archivo que tenemos aquí.
–¿Con qué se complementa el material de archivo para reconstruir estas historias de vida?
–Con entrevistas a gente próxima y pertinente; y fotos, que ensambladas a través de la locución en off van dándole cuerpo al relato. Son interesantes las fotos porque las imágenes fijas permiten mostrar ciertos rasgos esenciales de una personalidad.
–¿Qué lo decidió a emprender este proyecto?
–Lo vengo pensando desde el ‘92. Y fui haciendo algunas, como la de Maradona y la de José Luis Cabezas. Con cierto camino ya recorrido, uno se empieza a ver como un experto en contar este tipo de historias. Y comenzó a apasionarme el formato.
–¿Los biografiados participan de las entrevistas?
–No necesariamente. Algunos ni siquiera saben que estamos haciendo esto. Y otros se enteraron y llamaron para saber qué estábamos haciendo, pero como son “no autorizadas”, no pedimos permiso a nadie, aunque si quieren saber, les contamos. Pero las entrevistas ofrecen pliegues íntimos del biografiado, sin desnudar su intimidad. El acento está en el trabajo que hacen. Nosotros contamos los hechos y las circunstancias históricas. Me interesa, por ejemplo, dar nuestra versión de quién es Moria Casán, y dar información, a través de su hija, su padre militar y su madre. También hablan Guillermo Andino, Rolando Hanglin, Susana Roccasalvo y Mario Castiglione, su ex marido. Pero no podemos responder nosotros quiénes son cada uno de los biografiados, porque quizá ni ellos mismos lo so sepan. La idea es que el sentido final, entonces, lo ponga el espectador.
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